Deporte de equipo
Una de las primeras premisas que tienes que tener en mente es que el fútbol es un deporte de equipo en el que tus compañeros también cuentan. Si quieres tener opción de recibir más el balón, tú deberás de pasarlo a otros para que haya mayor movilidad de la pelota. Saber esto te va a ayudar a ocupar tu lugar en el campo y que el resto también te identifique en dicho lugar. Aunque puedas pensar que no es así, un partido lo gana un equipo y no solo un jugador individual.
Movilidad del balón
Muy relacionado con el anterior punto es que debes de mover mucho el balón. Es cierto que hay equipos que juegan al contraataque, pero por norma general la mejor forma de jugar es moviendo el balón de un lado a otro del terreno de juego. Esta acción va a afectar directamente a tu energía física, ya que cuando recibes una pelota y andas muchos metros con ella, tu cuerpo se siente más cansado que si lo hace sin balón, agotándote en menos de lo que esperas y posibilitando que los rivales noten esto, además claro está, de que el entrenador vea que no estás rindiendo lo suficiente y te siente en el banquillo.
Lee la jugada
Cuando ves un partido de fútbol, te sientes como un entrenador, ordenando mentalmente a un jugador que se desplace a tal lugar para quedar libre de defensas y que de esta manera te pasen el balón para escaparte y marcar. Esto exactamente es lo que tienes que hacer cuando te encuentras jugando. Debes de leer la jugada, tanto si estás defendiendo como si atacas. Si eres capaz de ser rápido podrás interceptar muchos balones de tus rivales que posiblemente fuesen a gol o ayudar a desmarcarte para conseguir un tanto. La velocidad y la energía en este aspecto es crucial, entrénala y gasta solo la suficiente en el partido para durar los 90 minutos.
Cambios de ritmo
Si siempre haces lo mismo, al final vas a ponerle las cosas muy fáciles a los rivales. Haz movimientos que no se esperen tus contrincantes como por ejemplo los cambios de ritmo, o los pases a la espalda del defensor, esto por un lado sorprenderá al rival pero sobre todo lo cansará mucho más y no solo físicamente sino también mentalmente porque verán que no son capaces de leer las jugadas de tus compañeros y los tuyos propios.
Jugando por las bandas
Es muy común que busques siempre el centro del campo ya que piensas que es más directo para llegar a la portería, el problema de esto es que al final todos los jugadores se concentran en dicha zona con el fin de cortarte el paso. Si juegas por las bandas puedes incluso cambiar de una banda a otra, liberando espacios y haciendo que el ataque progrese más fácil. Además si entrenas los centros, podrás ganar mucho protagonismo.
Triangulando
Cuando el entrenador te pone a jugar a la ratita, no es que quiera perder el tiempo, sino que lo que busca es que sepas jugar con los compañeros que tienes cerca dando pases muy rápidos que van a conseguir marear a los adversarios. Cuando tengas la confianza suficiente con tus compañeros y sepas leer sus jugadas, podrás confundir por completo al rival y llegar más fácil a la portería de esta forma.
Siempre alerta
Son muchos los partidos que se han perdido en los últimos minutos, por mucho que vayas ganando, debes de recordar que el partido dura hasta que suena el silbato y por lo tanto no celebres ni bajes los brazos hasta que esto ocurra, ya que pueden meterte fácilmente uno o dos goles sin pensarlo.
Ayuda y da todo de ti
Si eres delantero, es cierto que tu posición es la de marcar goles, pero si todo el equipo está defendiendo, queda muy mal de cara a todos tus compañeros y también del entrenador que te quedes de brazos cruzados. Ataca y defiende, lucha cada balón, haz que la gente se fije en ti y conviértete en un ejemplo para tus compañeros.
Conoce a tus compañeros
Para ser el mejor en el futbol no solo tienes que pensar en ti, sino también en tus compañeros ya que reconocer en la posición que juegan, sus puntos fuertes y los débiles te ayudará a saber con quién contar en cada momento y te ayudará a crear el juego con mayor rapidez y eficacia.
